¿Cómo saber si necesito un Coach en mi empresa?

Antes de nada, hago una premisa: un Coach no es un salvador de todos los males que afectan una persona o bien una empresa.

Hace unos años hubo un BOOM de coaches – entre buenos y menos buenos, honestos y menos honestos – que han intentado transmitir un mensaje quizás poco realista. Y este mensaje ha sido que todos podemos con todo si solo lo queremos; y que el coaching es la respuesta a todo.

Me gustaría ser un poco más realista y decir que

el coaching es un método que funciona para quienes lo necesiten y siempre y cuando sus herramientas sean las adecuadas para tratar un problema o situación determinadas que las requieran.

Obviamente doy por hecho que dicho proceso puede ser eficaz siempre que sea llevado al cabo por un profesional competente y honesto y en el marco de un compromiso mutuo entre coach y cliente/coachee. Hecha esta premisa, vamos a ver ¿cómo puede ser útil un proceso de coaching para una empresa?

Es crucial analizar el comportamiento organizacional para así determinar el tipo de intervención necesaria en una empresa y, junto con ello, la situación circunstancial en que se encuentra la misma o un/os equipo/s o individuos y el tipo de área en la que es necesario intervenir:

Imagen: 'Herramientas de Coaching' de J. A. Cataläo

Un factor fundamental que hay que tener en cuenta frente a un proceso de coaching es el tiempo, y entendido en dos direcciones:

  1. El coaching es un proceso exprés, es decir se focaliza en un objetivo concreto y apunta a su consecución. Esto permite que el proceso mismo sea relativamente rápido o, mejor dicho, finalizado a algo especifico cuyo logro se delimita en el tiempo.
  2. El coaching es un proceso de introspección, reflexión, toma de conciencia y creación/transformación. Estas fases del proceso requieren un tiempo prudencial para ser absorbidas y, por esta razón, las situaciones de emergencia se deben gestionar con cuidado y prestando atención en no saltarse fases tan cruciales como las descritas, las cuales hacen que el cambio no solo se produzca sino que se mantenga en el tiempo.

Por lo tanto podemos decir que el proceso de coaching se caracteriza por generar una experiencia vivencial y efectiva que si dirige a algo concreto, determinado en contenido, tiempo y recursos.

Ahora bien, con respecto a la funcionalidad y eficacia de un proceso de coaching en una empresa, será fundamental determinar las variables de urgencia y creatividad cuya convergencia permite obtener las opciones de intervención ideales para la empresa.

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Situación de baja creatividad y baja urgencia

Los objetivos que no requieren alta creatividad para alcanzarse o resolverse, respectivamente, son aquellos que necesitan información, conocimiento, experiencias concretas (a menudo técnicas) para luego ser aplicadas sin especial necesidad de personalización. Los objetivos con baja urgencia son los para los cuales no hay una necesidad inminente de encontrar una solución. Este tipo de circunstancia se puede resolver, por ejemplo, a través de una formación tradicional cuyo objetivo es hacer un ‘update’ para los trabajadores. Así podrán renovar o refrescar sus conocimientos, solventar dudas y especializarse.

Esta situación no requiere expresamente un proceso de coaching, el cual se caracteriza por crear una relación horizontal entre pares y que, a través del propio proceso, del descubrimiento creativo, permite la generación de una solución personalizada y en la que el coach no aporta su conocimiento sino, más bien, proporciona herramientas para que sea el coachee o equipo  quienes saquen su potencial y la resolución requerida. Por lo contrario, la relación entre maestro y alumno es vertical y en ella el maestro traslada conocimiento propio.

Situación de baja creatividad y alta urgencia

Cuando la consecución de objetivos o bien la resolución de un problema son de baja creatividad y alta urgencia, contratar servicios de consultoría puede ser la mejor opción. Un asesor o consultor, tal como puede hacer un experto o bien un profesor, tiene el valor añadido de ofrecer un servicio personalizado y un expertise aplicables a un entorno y contextos concretos y a raíz de la demanda especifica del cliente. El coaching puede también aportar beneficios pero dependiendo del carácter de urgencia que presenta la empresa. La urgencia, a menudo, en el proceso de coaching puede ser perjudicial en el proceso de toma de conciencia y reflexión que anteceden la acción.

En el coaching es crucial reservar un tiempo para esto y para la fase de prueba y error.

Situación de alta creatividad y alta urgencia

Imagen: Freepik.es

En este caso una buena opción puede ser el mentoring. Aunque la relación entre mentor y el discípulo o los discípulos se caracteriza por ser de larga duración y muy estrecha, el carácter de urgencia no impide su eficacia para la resolución de un problema concreto. El mentor es quien conoce el entorno empresarial, es alguien que es parte de la organización y que ha vivido o vive el momento en que la misma se encuentra. Por lo tanto puede trasladar su experiencia directa y sus conocimientos más de lo que podría hacer, por ejemplo, un consultor externo. El proceso de coaching en este caso aunque podría ser muy productivo y eficaz por la parte creativa que la situación requiere, igualmente podría verse perjudicado por el carácter de urgencia de las circunstancias.

Situación de alta creatividad y baja urgencia

Cuando la situación respecto al objetivo a alcanzar o problema a resolver requiere un alto nivel de creatividad y la urgencia es baja o moderada, entonces el coaching es la solución ideal.

La base metodológica del coaching busca el descubrimiento, la creación, el nuevo conocimiento – único e irrepetible – que lleva la organización a crear nuevas estrategias, a incrementar la productividad, crea una nueva forma de pensar, un cambio armónico en la cultura empresarial, una mejora del clima laboral.

Dado que no ofrece consejos, el resultado siempre es creativo.

Por todo lo explicado, el coaching ocupa el cuadrante no-directivo por excelencia dentro de las posibilidades y recursos que la empresa podría necesitar y se caracteriza por generar, despertar, potenciar desde y en la misma empresa las herramientas para el cambio.

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Cuadros explicativos: ‘Herramientas de Coahing’ – J. A. Cataläo, A. T. Penim; Lidel Ediciones (Lisboa, 2011)

Imagen destacada: Flickr.com – Carlos Salgado

Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach

2 comentarios en “¿Cómo saber si necesito un Coach en mi empresa?”

  1. El coaching empresarial es una de las herramientas más potentes para obtener los mejores resultados para una empresa. Potencia la confianza en uno mismo como líder haciendo que seas mucho más profesional y teniendo más claros tus objetivos y metas, a los trabajadores les ayuda a trabajar y rendir de una manera más saludable y estén a gusto en su puesto de trabajo y en líneas generales hace que los resultados a nivel de empresa sean mucho más óptimos. Sin lugar a duda la mejor medida de cambio para una empresa. Saludos

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