La palabra crisis en japonés está compuesta por los caracteres 危 =”peligro” y 機 =”oportunidad” – 危 機 (kiki).
Nuestra sociedad basada en el capitalismo, en la competitividad y en la obsesión para lograr poder y dinero, nos empuja a interpretar las crisis en una óptica completamente negativa. No es propio de la cultura occidental una interpretación distinta. Y no podría ser diferente porque esta es la herramienta más poderosa para hacernos vivir bajo la cultura del miedo.
¿Qué mejor herramienta para manipular la mente humana que el miedo? Insertar en ella la idea de escasez, inducir la sensación de no tener la capacidad de seguir adelante, de no tener recursos propios para cambiar el curso de los acontecimientos.
Creemos que las oportunidades y los recursos son limitados y por lo tanto caemos casi constantemente en un estado de ansiedad desde el cual proyectamos nuestra mirada al futuro. Y si miramos al futuro desde la ansiedad ¿cómo podemos no temerle a lo que vendrá? ¿Cómo podemos creer que todo irá bien o mejor, si sentimos que no tenemos el control de las cosas, que no hay suficiente para nosotros?
¿Cómo no estar en tensión si creemos que debemos competir con el resto del mundo para conseguir lo que queremos? ¿Y que en esta vida solo ganan los malos?
¿Pero que es realmente lo que ganan los malos?…. Te invito a reflexionarlo.
Competir por lo que creemos necesitar poco tiene que ver con conseguir lo que nos merecemos. ¡Fíjate lo diferente que es un concepto del otro, lo diferente que suena una frase de la otra!
En una época tan complicada como la que estamos viviendo desde el 2020, si no abandonamos la idea que en el mundo no hay suficiente para todos, afectaremos muy negativamente nuestro equilibrio y nuestro potencial.
¿Cómo puedes creer que no hay suficiente amor para ti? ¿O bien que no hay suficientes oportunidades que pueden hacerte llegar allí dónde tu deseas o necesitas?
¿Cómo puedes creer que no mereces ser feliz, ser amado, vivir en tranquilidad y salud?
A menudo ni nos damos cuenta de lo que merecemos y nos conformamos con lo que hay y con lo que nos han hecho creer, pensando que es bueno para nosotros. Pero esa no es nuestra verdad. Esa no es la realidad.
Destapar estas creencias y sacarlas de nuestro interior es una tarea no siempre fácil. Pero nos lo debemos, debemos hacerlo por nuestro bien.
Los pensamientos negativos se traducen en emociones negativas que proyectamos constantemente en todos y cada uno de los acontecimientos de nuestras vidas. No quiero venderte la idea de que todo es posible, como sea y cuando sea. No quiero venderte el optimismo más absoluto según el cual todo va a ir bien solo por el hecho que lo desees o lo visualices.
Lo que quiero compartir contigo, sí, contigo que estás aquí dedicando tu valioso tiempo para leerme, es que tomes conciencia de lo que sientes dentro de ti, en tu corazón. Eso es lo único que te puede llevar a vivir las experiencias que necesites.
Que te acompañe una actitud que en lugar de hundirte en la desesperanza, te empuje a sacar de ti lo mejor que hay para seguir adelante en tu vida.
Quiero que sepas que no es verdad lo que te han contado de ti hasta ahora, porque solo tu conoces tu verdad y puedes acceder a ella si escuchas tu interior. Solo tu la conoces. Nadie puede quitarte tu verdad, tu fuerza, tu potencial infinito.
Nadie tiene el derecho de decirte quien eres y hasta donde puedes llegar. La única persona que puede hacerlo eres tu. Tu eres quien verdaderamente decide si poner obstáculos o bien toboganes en tu camino para llegar adonde necesites.
No estás aquí para agradar, para cumplir con una idea de perfección inhumana. Estás aquí para vivir una experiencia que, tal y como espero y deseo para mi, espero y te deseo que sea maravillosa. Porque si tu estás bien, yo estoy bien. Por que el bien de uno se traduce en bien para todos los demás.
Una experiencia maravillosa no tiene porque ser exenta de vivencias difíciles. Al contrario… Es justo allí donde retomo los dos símbolos japoneses: 危 =”peligro” y 機 =”oportunidad”. Es justo en el momento en que haya una crisis cuando necesitamos creer en nosotros mismos. Es justo en estos momentos cuando necesitamos escuchar nuestro interior y seguir adelante acompañados por la actitud correcta. Una actitud de aceptación, una actitud consciente, una actitud que no se alimenta de escasez y de miedo, sino más bien de la conciencia que hay que cambia algo para lograr abundancia.
Y que la abundancia no es, como nos cuentan a diario, dinero, poder y pisar a los demás para conseguirlo. Abundancia es equilibrio, bienestar, ser uno mismo; es amor y respeto hacia uno mismo y hacia todo lo que existe.
Si allí donde estás no encuentras las condiciones que te permiten ser feliz, pues algo tendrás que cambiar para conseguirlo.
Nada es estático en esta vida. Lo único seguro es que todo cambia. Tu cambias constantemente. Nada permanece igual y es un error sufrir en el extenuante intento de que todo se mantenga igual, para que las cosas no cambien o vuelvan a ser como eran ‘antes’.
El pasado es pasado, ya no existe. El futuro no lo conocemos. Centrarse en el presente es el único deber que tenemos.
Los medios de comunicación no paran de taladrar nuestra mente con noticias negativas. La manipulación es constante, diaria, directa y también muy sutil.
Pero existe una realidad que ha ido ganando terreno ya desde años y es la de todos los que hemos tenido la valentía de dejar de creer en lo que nos cuentan. Que hemos decidido creer en nosotros mismos. Que hemos tenido la valentía de mirarnos hacia dentro y de enfrentarnos a nuestros miedos. Y hemos tomado consciencia de que somos seres únicos, que hemos venido a este mundo para respetarnos y respetar a los demás, a la vida, a todos los seres, a la Tierra que nos acoge y nos cuida.
Y también quiero compartir una última cosa contigo: recuerda siempre que los problemas (o crisis) son transitorios. Tienes capacidad y recursos de sobra para convertir una crisis en una oportunidad.
Acepta tu circunstancias.
No temas la incertidumbre.
Mira adentro y tira millas.
¡Construye la vida que deseas!
~
Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach
Mi nombre es Vittoria Verì Doldo, una entrenadora persistente, intuitiva, optimista. La vida me tiene enamorada y compartir me aporta felicidad. Me dedico al Health Coaching, acompañando las personas en su desarrollo profesional, personal, nutricional, emocional, y espiritual. El enfoque de mi trabajo y de mis terapias es holístico, ya que considero la persona como un todo.
¿Qué más decir? ¡Mi trabajo es mi pasión!
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