Nutrición

Nutrientes: vitaminas, oligoelementos, ácidos grasos y suplementos ¿qué son ?

Necesidad diaria de nutrientes: ¿cómo equilibrar vitaminas, oligoelementos, ácidos grasos y suplementos?

El estudio de los nutrientes está relacionado con el estudio de la alimentación, la nutrición y la dietética que, en palabras sencillas, se traduce en el uso y en el consumo razonado de los alimentos para que el resultado sea terapéutico para el organismo.

vitamins minerals
Imagen: Dreamstime.com

¿Qué son las vitaminas?

Son sustancias químicas imprescindibles para la vida, cada vitamina cumple una función determinada en el organismo. Su carencia o déficit puede provocar distintos trastornos sobre todo cuando se produce durante mucho tiempo; su ausencia en la alimentación provoca enfermedades graves. Distinguimos entre:

  1. Vitaminas hidrosolubles: se disuelven en el agua y, por esta razón, son las más frágiles. Su aporte debe ser renovado continuamente ya que el organismo no las almacena y se eliminan (vitamina C y vitaminas del grupo B + colina, inositol, ácido paraaminobenzoico);
  2. Vitaminas liposolubles: son almacenadas por el organismo en tejidos, hígado y grasa (vitamina A, E, D y K) y, gracias a esto, es más difícil que se produzcan carencias; su metabolismo puede verse afectado por el de los órganos de reserva (el hígado) o bien el de las proteínas portadoras. Su almacenamiento puede producir a veces sobre dosis y esto se produce especialmente con la vitamina D y la A. En cuanto a la vitamina A tenemos que distinguir entre el retinol que encontramos en los productos de origen animal; y el caroteno, que encontramos en los productos vegetales. El caroteno y los carotenoides son muy importantes porque, en el organismo, tienen propiedades antioxidantes y son transformadas en retinol.

¿Y los minerales, para qué sirven?

Los minerales u oligoelementos son igual de importantes que las vitaminas; son nutrientes no orgánicos necesarios para nuestras funciones fisiológicas. Las sales minerales son necesarias para la formación de huesos y dientes, para transmitir los impulsos nerviosos, para la formación de hormonas, para la regulación de la cantidad de agua en el cuerpo y para que se produzcan múltiples reacciones químicas y metabólicas básicas para la vida. Distinguimos entre los macroelementos – en orden decreciente de cantidad – calcio, fósforo, potasio, azufre, sodio, cloro, magnesio, hierro; y otros – presentes en cantidades microscópicas en el organismo – flúor, yodo, cinc, cobre, selenio, manganeso, rubidio y litio. Algunos de ellos, independientemente de la cantidad presente en el organismo, no son menos esenciales, y se llaman micronutrientes o bien oligoelementos.

Los ácidos grasos

acidos grasos
Imagen: Thinkstock.com

Son los constituyentes elementales de las grasas y lípidos y la ración lipídica diaria para el organismo debe ser equilibrada y variada. Son necesarios para el buen funcionamiento del sistema hormonal, del cerebro y de las células del cuerpo, entre sus funciones principales. Distinguimos entre ácidos grasos:

  • saturados – provienen de los alimentos de origen animal y los obtenemos principalmente de la carne, los lácteos y la mantequilla; son generalmente sólidos a temperatura ambiente. El exceso de grasas saturadas puede aumentar la biosíntesis de colesterol y tiene efecto trombogénico;
  • monoinsaturados – provienen principalmente del aceite de oliva y también de los frutos secos, el aguacate, las semillas de lino. Este ácido oleico es indispensable para el organismo y para garantizar un buen estado de salud; generalmente son líquidos a temperatura ambiente. Pueden disminuir el colesterol total y LDL, cuando reemplazan parcialmente a los ácidos grasos saturados;
  • poliinsaturados – los encontramos en carne y pescado aunque principalmente en los alimentos vegetales y son de varias clases (ácido linoleico, ácido linolénico etc.). Son componentes imprescindibles de las membranas celulares y precursores de las prostaglandinas (moléculas mediadoras en la inflamación). Son esenciales porque no se sintetizan en el organismo, así que debemos aportarlos a través de la alimentación.

Ácidos grasos TRANS

Imagen: Taringa.net
Imagen: Taringa.net

Proceden de forma natural de la grasa de la leche y de la carne de rumiantes pero los encontramos primariamente en patatas chips y otros aperitivos industriales fritos; pastelería y bollería industrial, algunas mantequillas. Los ácidos grasos pueden cambiar a TRANS mediante transformación química en determinados procesos tecnológicos, como la hidrogenación, refinación de aceites, etc. Diversos estudios han demostrado que estos ácidos grasos elevan el colesterol LDL. También tienden a acumularse en diversos tejidos, como el músculo cardíaco, promoviendo alteraciones titulares. Su consumo debe ser reducido y nunca sobrepasar el 1% de las calorías totales que ingerimos a diario; y no hay que olvidar que se trata de sustancias que el organismo no reconoce y por lo tanto ‘no sabe que hacer con ellas’ sino que almacenarlas hasta encontrar una solución…

Los aminoácidos

Imagen: Nfsuplementacion.com
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Los 22 aminoácidos proteinogénicos también son conocidos como alfa-aminoácidos. Se pueden dividir en tres grupos: los aminoácidos esenciales, semi-esenciales y no esenciales, su carencia puede conducir a desnutrición. Distinguimos entre aminoácidos esenciales – que no pueden ser sustituidos por otros y debemos aportarlos al organismo a través de la alimentación – y no esenciales los cuales son sintetizados por el propio cuerpo a partir de otros aminoácidos existentes. Permiten que las neuronas de nuestro sistema nervios se comuniquen por medio de unas moléculas que el organismo construye a través de ellos, y son el medio de transporte de las proteínas. Son de hecho los constituyentes elementales de las proteínas las cuales son, literalmente, los ladrillos de nuestros órganos y de nuestros tejidos.

¿Sabías que las proteínas y los aminoácidos trabajan en conjunto?

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Imagen: Pinterest.com

El valor biológico de las proteínas depende de 2 factores: la proporción de aminoácidos y la digestibilidad y absorción intestinal. Este valor varía según origen y naturaleza de las proteínas. Para el organismo es indiferente que la proteína sea de origen animal o vegetal, su función será la misma. El diferencial está en su valor biológico y en la cantidad/presencia de aminoácidos de cada alimento. La proteína vegetal suele ser carente de algunos aminoácidos a pesar de poder contener un % de proteínas superior a la carne, por lo tanto es importante asociar el consumo de proteína vegetal – como por ejemplo las legumbres – con cereales (ej. la quínoa contiene un 16% de proteínas por 100 gr y todos los aminoácidos esenciales), frutos secos y semillas, derivados de la soja, algas, seitan etc. La asociación simplemente permite que la absorción de la proteína sea completa y que el proceso de transporte de la misma sea funcional y optima para el organismo.

“Todo nutriente puede convertirse en medicamento pero no viceversa.”

¿Debemos tomar suplementos nutricionales para integrar las carencias de vitaminas y minerales?

Imagen: Google.com
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Todos, supuestamente, sabemos qué tipo de alimentos pueden ser dañinos para nuestro organismo. Reconociendo esto, hay también que añadir que a menudo, por falta de información, desconocemos la composición de cierto alimentos o más bien sus efectos prejudiciales para el cuerpo. Lo primero que podemos hacer es aplicar el sentido común y revisar con honestidad lo que comemos a diario y de allí detectar ‘pecados’ y carencias. No es difícil deducir que si desayuno cada día con un croissant, si nunca como verduras ni legumbres, prefiero fritos y rebozados a un plato de arroz integral con verduras o de legumbres, y no puedo terminar la cena sin un postre, bollería y parecidos, alguna carencia junto con otros problemas (digestión, estreñimiento, gases, cansancio, tensión, pesadez etc.) tendré que tener… Paso seguido a la toma de conciencia y responsabilidad, es informarnos sobre la aportación de los alimentos básicos de nuestra dieta en cuanto a nutrientes; si el bolsillo lo permite, tratar de comprar productos biológicos (sobe todo los que, en el mercado industrial, están sujetos a procesos de refinación o de otro tipo y que alteran su naturaleza); consultar un medico, dietoterapeuta u otro especialista para determinar si y cuales carencias pueden estar afectando nuestro organismo; leer libros de médicos y especialistas que puedan también ayudarnos a solventar dudas etc. Todo esto antes de hacer una búsqueda rápida en internet para encontrar el suplemento sintético o natural que haga el milagro por si solo; y finalmente recurrir a los suplementos cuando comprobamos que la alimentación y la dieta se revelan insuficientes para asegurar nuestro equilibrio bioquímico-orgánico.

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Fuentes: "La Biblia de las Vitaminas", D. Rueff - Circulo de Lectores (Valencia, 1994); "El equilibrio a través de la alimentación, O. Cueva - Cenadiher (Barcelona, 2013)

Imagen destacada: Mediaccess.mx

Vittoria Veri Doldo ~ HealthCoach

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