La leche de vaca es dañina para la salud: así explica el cientifico de Harvard David Ludwig

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David Ludwig es un científico estadounidense de 58 años  que ha dedicado gran parte de sus investigaciones al sobrepeso y a los trastornos y enfermedades alimentarias. Uno de sus estudios más conocidos, publicado en el Diario de la Asociación Médica Americana de Pediatría, analiza la leche de vaca (especialmente la baja en grasa) y los efectos de su consumo.

El estudio reveló que la grasa extraída de la leche era sustituida por azúcares, lo cual – junto con el proceso de pasteurización y las intervenciones químicas en el producto – es un elemento perjudicial para la salud y la capacidad nutricional que este alimento tiene para el hombre.

Es bastante difundida la creencia que consumir productos ‘light’ favorece la perdida de peso; uno de estos alimentos sería la leche descremada la cual se cree que aporta los mismos beneficios de la leche entera: vitamina D, calcio y proteínas, y sin consumir la misma grasa ni las mismas calorías.

Los consumidores de productos light muy a menudo se exceden en las cantidades ya que prestan atención únicamente al nº de Kcal indicado en las etiquetas de los alimentos y de allí calculan qué cantidades pueden tomar diariamente. Esta es una evaluación absolutamente estéril y que poco tiene que ver con el comer sano, el nutrirse de una forma que nos aporte energía y nutrientes que el cuerpo pueda necesitar.

La investigación del Dr Ludwig revela que la leche descremada podría incluso engordar más que la leche entera: “pues las bebidas bajas en calorías no significarían necesariamente menor ingesta de las mismas”. El estudio se realizó a través del análisis de diferentes casos de niños que consumían leche entera y descremada, con el fin de relacionar el tipo de leche con el peso. El resultado fue análogo independientemente de las etnias y estratos socioeconómicos: los niños que bebían leche descremada eran más pesados que los que bebían leche entera.

¿Debemos consumir leche de vaca?

El estudio de Ludwig coincide con cuanto recalcan  otros expertos que consideran la leche de vaca como un alimento muerto que puede llegar a ser perjudicial para el cuerpo.

La creencia según la cual la leche de vaca debe consumirse para obtener la cantidad de calcio que nuestro cuerpo necesita tampoco sirve para justificar su consumo. Pero a parte de existir otros alimentos – saludables – que pueden hasta cuadruplicar la aportación de calcio, su absorción es casi nula.

Una vez la leche llega al tubo digestivo la mayoría del calcio de la leche de vaca precipita en forma de fosfato de calcio y se expulsa a través de las heces. Vegetales, frutos secos, legumbres aportan suficientes cantidades de calcio a nuestro organismo.

Así explica Jean Seignalet, inmunólogo, biólogo, hematólogo y catedrático de la Universidad de Montpellier, en su obra ‘La Alimentación, la 3ª medicina’, donde evidencia como muchas de las patologías que sufrimos hoy en día se deben a 5 factores: la ingesta de leche animal y de sus derivados, el consumo de cereales domésticos, los alimentos refinados – especialmente los aceites – y los métodos de cocción.

Tal y como explica el Dr Ludwig, hay pocos ensayos clínicos en los que podamos ver las diferencias claras de la leche desnatada en comparación con leche entera, en relación con sus beneficios para mantener el peso y otras ventajas para la salud. Por el contrario, varios estudios han encontrado que las personas que consumen leche con bajo contenido de grasa se sienten menos saciadas y son más propensas a aumentar de peso, ya que tienen una mayor necesidad de aumentar la ingesta de calorías.

En definitiva, eliminar de la alimentación la leche animal no provoca carencia de calcio ni incrementa el riesgo de padecer osteoporosis.

La leche que tanto se publicita en los medios de comunicación y que ocupa grandes estantes en todas las cadenas de supermercados no es saludable como intentan vender.

Se considera un alimento muerto debido a la cantidad de sustancias tóxicas que se le añaden para obtener el producto presente en la mayoría de nuestras neveras. Hormonas; metales y plásticos; detergentes y desinfectantes; micotoxinas, fertilizantes y pesticidas (presentes o procedentes de los piensos con los que se alimenta el animal),   dioxinas; antibióticos y otros fármacos suministrados a las vacas y la contaminación ambiental y radioactiva. Los procesos de pasteurización, homogeneización y esterilización  son todos elementos que hacen que la leche no sea un alimento, básicamente. Y cabe recordar que son múltiples las enfermedades asociadas al consumo de leche de vaca.

La leche de vaca junto con  el azúcar, la sal, las harinas refinadas y el arroz blanco se consideran los 5 venenos blancos de nuestra sociedad.

Internet está lleno de artículos, muchos de los cuales de carácter científico, donde encontrar información verídica y contrastada para entender qué es lo que estamos ingiriendo y sus efectos en el cuerpo. Por lo tanto la desinformación no es una justificación ni una excusa aceptable.

Si quieres saber más sobre este tema, sugiero visites la web Discovery Salud donde abundan artículos y relativas explicaciones científicas y medicas al respecto.

Demasiado a menudo mantenemos ciertos hábitos por perseguir creencias que no solo no son válidas sino que no sirven para nuestro bienestar. Es importantísimo empezar a desarrollar una conciencia diferente que nos permita conectar con nuestro cuerpo, con nuestras necesidades reales y entender que estamos sobre-alimentados y desnutridos.

Es impactante como una sociedad tan moderna y avanzada nos haga vivir en la absoluta ceguera y desconexión con quienes somos de verdad y con qué queremos para ser y sentirnos felices y cuidar correctamente de nuestra salud.

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Fuentes: Despiertavivimosenunamentira.com; Stopalaobesidad.com; Dsalud.com

Imagen destacada: Taringa.net

Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach