Depurar y tonificar el hígado en primavera

Podemos considerar el hígado como el general del ejercito en nuestro cuerpo, ya que es el responsable de la planificación global del las funciones de nuestro organismo.

De el además depende nuestra capacidad de recuperación y de reacción frente a los factores patógenos externos.

Según la Medicina Tradicional China es el órgano que almacena la sangre y ayuda a que su circulación se produzca adecuadamente durante el movimiento. Por esta razón del hígado depende la salud de músculos y tendones. Además  asegura la libre circulación de nuestra energía (Qi) y es el responsable de procesar las toxinas en el cuerpo y de eliminar la insulina en exceso y otras hormonas.

El hígado es el gran laboratorio del cuerpo, excreta la bilis que se almacena en la vesícula biliar para pasar el duodeno; es el almacén de la glucosa, de las vitaminas y de los minerales; transforma los nutrientes y se encarga de la metabolización de los lípidos (grasas) y de los glúcidos (azucares) y de sintetizar ciertas proteínas.

El hígado se manifiesta en las uñas y, por lo tanto, cuando es débil, las notaremos frágiles, quebradizas, delgadas, deformadas y que se astillan.

El hígado controla la visión y los movimientos oculares. Una buena circulación de la sangre permite tener una buena visión; de lo contrario notaremos visión borrosa, ojos secos y podremos tener problemas de miopía, hipermetropía etc.

Bajo un punto de vista psico-emocional, el hígado controla nuestro subconsciente y se encarga de nuestra intuición, imaginación, creatividad, sueños; nuestra capacidad de iniciativa y nuestro coraje dependen de el.

Emociones cuales la ira, la irritabilidad, la falta de motivación y de iniciativa, estados de ansiedad, frustración, incapacidad de crear nuevos proyectos son índices de un hígado en mal estado.

Se producirá además un estancamiento general, sobre todo en nuestra energía vital y en nuestra sangre.

Este estancamiento es provocado también por la incapacidad de adaptarse a circunstancias, situaciones o acontecimientos que ocurren en nuestra vida. El hígado en este sentido es como una esponja que absorbe todas nuestras emociones negativas como la envidia, la ira, el odio, los celos, la frustración. Es en él donde se depositan los pensamientos angustiantes y/o irritantes.

Un hígado disfuncional puede generar estados depresivos, decepción hacia uno mismo, perdida del rumbo y/o del propósito de vida y de la motivación.

Los problemas de hígado se manifiestan cuando una persona se preocupa demasiado por todo, hace demasiado y no digiere lo que ocurre ni el cómo ocurre. El miedo a no estar a la altura o a fallar prevalece e impide la adaptación a las circunstancias.

Normalmente la persona con problemas de hígado tiene tendencia a criticar y juzgar, aunque sea de forma inconsciente; intenta cambiar la forma de ser de los demás en lugar de aceptarles tal y como son y se bloquea internamente centrando toda la atención en sus pensamientos.

Se produce pues una falta de empatía hacia el otro, una incapacidad de ponerse en su piel y ver las cosas desde una perspectiva diferente a la propia. Prevalece la necesidad de tener la razón.

La persona que sufre problemas de hígado además no acepta las ofensas ni las personas que pierden el control ya que ella intenta no ofender ni perder el control, sino más bien reprime estos sentimientos. De hecho, cuando llega al límite, en lugar de expresar su enojo tiene una crisis hepática. El hígado pues se considera el almacén del enojo reprimido.

El cardo mariano es la única planta capaz de regenerar el hígado y de proteger su salud y su funcionalidad.

Principales beneficios del cardo mariano:

• Protege el hígado de factores patógenos externos
• Es antiinflamatorio
• Es antioxidante
• Reduce o hasta cohíbe las hemorragias
• Es cardio-protector, favorece la correcta circulación sanguínea y por esto alivia las molestias menstruales y las hemorroides
• Regula los niveles de colesterol en la sangre
• Es diurético
• Disminuye la cantidad de glucosa en la sangre
• Es de gran ayuda en el tratamiento de hepatitis, cirrosis, hígado graso, insuficiencia hepática
• Fortalece la membrana exterior de las celulas evitando su contaminación
• Se utiliza para tratar estados de envenenamiento de setas venenosas
• Es digestivo
• Funciona bien como antipirético
• Alivia los estados depresivos
• Ayuda en reducir o eliminar las jaquecas y las migrañas provocadas por una disfuncionalidad del hígado

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ha elaborado un estudio gracias al cual se ha podido comprobar el efecto positivo de los componentes del cardo mariano frente a estados de metástasis provocadas especialmente por cáncer del cerebro.

El cardo mariano se puede tomar en pastillas, en infusiones o en tinturas utilizando su extracto o sus frutos.

Evidentemente la dieta ejerce un papel fundamental en la salud de nuestro hígado.

Hay que evitar todos los alimentos/elementos que sobrecargan e intoxican el hígado: como el alcohol, los medicamentos, el café, los conservantes y aditivos, los alimentos refinados, el azúcar, los alimentos muy condimentados, la comida industrial o en general la comida basura, las grasas saturadas y trans etc.

Existen alimentos cuyo efecto es calmante para el hígado como el apio, las algas marinas, rábanos, puerro, sésamo y nueces, espinaca, todas las coníferas; también es importante consumir pescado blanco, frijoles, acelga, berro, rábano, nabo, escarola, endivia, rucula, alcachofa, hinojo, ciruelas, uvas, cerezas, manzana, lichi etc. 

Van muy bien las infusiones de diente de león, cardo mariano (obviamente), alcachofa, boldo, angélica, cúrcuma, romero. En general las hierbas amargas son muy beneficiosas para el hígado así como los alimentos cuyo sabor es ácido son apropiadas para su salud.

~

Imagen destacada: Freepik.es; otras imágenes: Istockphotos.com

Autora: Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach