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«La idea de Dios es un concepto humano» – Fe y religión según Einstein

«La idea de Dios es un concepto humano» – Fe y religión según Einstein

Albert Einstein (14 de marzo de 1879 – 18 de abril de 1955) fue un físico alemán de origen judío, nacionalizado después suizo y estadounidense. Es considerado como el científico más conocido y popular del siglo XX. En 1915 formuló la teoría de la relatividad, en la que revisitó por completo el concepto de gravedad, lo cual dio pie al estudio científico del origen y la evolución del Universo. Fue en 1919, cuando las observaciones británicas de un eclipse solar confirmaron sus predicciones acerca de la curvatura de la luz, lo cual hizo que se le idolatrara por la prensa, convirtiéndolo en un científico mundialmente famoso.

En el tiempo y tras su muerte, se intentó etiquetarle como un hombre religioso y místico, lo cual despertaba mucho estupor y curiosidad por haber sido un hombre de números y de ciencia.

En la realidad el propio Einstein negó esta etiqueta y en distintas ocasiones y contextos aclaró su visión de la religión, de la fe y la idea de Dios. En este breve extracto una clara explicación:

Imagen: Flickr.com - kafka4prez
Imagen: Flickr.com – kafka4prez

» Lo que se escribe sobre mis convicciones religiosas es una mentira que se repite sistemáticamente.

La experiencia más hermosa que se puede tener es la de lo misterioso. Una emoción fundamental que está en la raíz del verdadero arte, y de la verdadera ciencia. Quien no la conoce no se puede sorprender ni sentir asombro, es ya como un muerto, como una vela apagada.

La experiencia de lo misterioso, teñida de miedo fue lo que engendró la religión. Las manifestaciones más profundas de la razón y más radiantes de la belleza son saber de la existencia de algo que no podemos aprehender. Saber que este conocimiento y esta emoción solo son accesibles a nuestra razón en las formas elementales, es lo que constituye la verdadera actitud religiosa. En este sentido y en ninguno otro, yo soy un hombre profundamente religioso.

El sentimiento profundamente religioso es de un tipo distinto del que suele llamarse religioso. El sentimiento profundamente religioso nace al experimentarse la comprensión lógica de las interrelaciones profundas. Hace sentir sobrecogimiento ante el plan que se manifiesta en el mundo material. No tiene nada que ver con voluntades, objetivos u obligaciones. El sentimiento religioso nos lleva a dar el paso de crear un ser divino a nuestra propia imagen, un personaje que nos exige cosas, y que se interesa por nosotros como individuos.

Mi religiosidad consiste en una humilde admiración de lo infinitamente superior que se revela en lo poco que nosotros, con nuestro entendimiento débil y transitorio, podemos comprender de la realidad.

La mejor emoción de la que somos capaces es la emoción mística. Contiene el germen de todo el arte y toda la ciencia verdaderos. Cualquier persona a quien le sea ajena esta emoción, que haya perdido la capacidad de asombro, y que viva en un estado de miedo, ya está muerto. Saber que lo que para nosotros es impenetrable existe y se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante verdad, de cuyas formas solo las más rudimentarias son inteligibles para nuestras pobres facultades. En este conocimiento, en esta emoción está el núcleo del sentimiento religioso auténtico. En ese sentido, y en ninguno más, me cuento entre las personas profundamente religiosas.

Que no creo en un dios personal, lo he expresado y afirmado claramente. Lo que dentro de mí se puede llamar religioso, es mi admiración ilimitada a la estructura del mundo, en la medida en que la puede ir revelando la ciencia.

La idea de dios es un concepto humano que no puedo tomarme enserio. Tampoco me siento capaz de imaginar voluntades y objetivos fuera de la esfera humana. 

Imagen: Wikipedia.org - F. Schmutzer
Imagen: Wikipedia.org – F. Schmutzer

Los actos de los hombres están determinados por las necesidades externas o internas, de manera que no pueden ser responsables de ellos ante dios, como no pueden serlo los objetos inanimados por los movimientos que experimentan. Por ello me resulta inconcebible un dios que recompensa y castiga a los seres humanos por sus actos. 

Nunca he atribuido a la naturaleza algún sentido, objetivo, ni nada que pudiera entenderse como algo divino con características humanas. Lo que veo en la naturaleza es una magnífica estructura, que solo podemos entender de manera imperfecta, y que a las personas pensantes debe llenarlas de un sentimiento de humildad.

No puedo aceptar ningún concepto de dios basado en el miedo a la vida, en el miedo a la muerte, o en una fe ciega. No puedo demostrar que no exista un dios personal, pero si hablase sobre él, sería un mentiroso.

Seguro que nadie negará que la idea de dios en las religiones, la existencia de un dios omnipotente, justo y omnibenébolo pueda dar consuelo, ayuda y orientación a las personas, además de su sencillez la hace accesible a las mentes menos desarrolladas.

No puedo creer en el concepto de un dios antropomórfico que tiene la capacidad de interferir en las leyes naturales. Como ya he dicho antes la emoción religiosa más hermosa y profunda que podemos experimentar es la sensación de lo místico, grado máximo de perfección y conocimiento. Y esta misticidad es el poder de toda la ciencia verdadera.  

Para mí la tendencia mística de nuestra época, que se manifiesta especialmente en el crecimiento rampante de eso que llaman teosofía y espiritualismo, solo es un síntoma de debilidad y confusión. He dicho repetidas veces que, a mi juicio, la idea de un dios personal es infantil. Se me puede llamar agnóstico. Prefiero una actitud de humildad, en correspondencia con la debilidad de nuestra comprensión intelectual de la naturaleza y de nuestro propio ser. Pero no comparto el espíritu de cruzada del ateo profesional, cuyo fervor se debe sobre todo a un acto doloroso de liberación de los grilletes del adoctrinamiento religioso recibido en la juventud.»    By Albert Einstein

Fuente bibliográfica: Wikipedia.org

Imagen destacada: Oren Jack Turner

Autora: Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach

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