Rincón poético

Hoy tengo un mal día…

»Hoy tengo un mal día»… ¿Cuántas veces los ha dicho?

Imagen: Fotolog.com

Uno de estos días en que todo parece torcerse y no ves la manera de cambiar el rumbo de las cosas. Te sientes como atrapado en una espiral negativa y crees que peor no puede ir.

Desconfías de que algo bueno pueda pasar, que pueda haber alguna solución a lo que te perturba, que alguien pueda ayudarte. Piensas que este estado en el que te encuentras va a durar vete a saber cuánto tiempo y que seguirás pasándolo mal.

Pues tener un mal día no significa tener una mala vida. Los problemas son transitorios, de una forma u otra se llega a una resolución, sea o no la que tu deseas. Y la vida sigue.

Cuando crees que todo va mal, lo difícil es confiar… De hecho cuánto más perdura este estado de ánimo, menos estarás confiando en ti mismo y en la vida. Proyectarás la situación puntual que estás viviendo tanto hacia el pasado como hacia el futuro, haciendo que todo se tiña de negro, sobre todo tu presente. Tus pensamientos se distorsionan, lo cual entorpece tus acciones e inhibe tu capacidad de tomar decisiones, sobre todo la de alejarte de la nube negra y volver a vivir en equilibrio pese a los problemas.

Si hoy es uno de esos días, pues te invito primero a sentarte un momento, a cerrar los ojos y a hacer tres respiraciones lentas y profundas. Y luego te invito a leer este maravilloso poema de Mario Benedetti.

Espero te sirva como impulso para volver a confiar en ti y seguir adelante con energía y actitud positiva, aceptando el curso de las cosas. Todo es transitorio.

 

 

~

No te rindas, aún estás a tiempo de abrazar la vida y comenzar de nuevo,

aceptar tu sombra, liberar el peso y retomar el vuelo.

No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir los sueños,

abrir las esclusas, destrabar el tiempo,

correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor, no cedas.
Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,

aunque el sol se ponga y se acalle el viento,

aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,

porque lo has querido y porque yo te aprecio,

porque existe el vino y el amor es cierto,

porque no hay herida que no cure el tiempo.

Abrir las puertas, quitar los cerrojos,

bajar el puente y cruzar el foso,

abandonar las murallas que te protegieron,

volver a la vida y aceptar el reto.

Recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos,

desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida, remontar los cielos.

~

 

Autora: Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach

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