¿Para qué sirve el cerumen? ¿Y qué es lo que provoca problemas de audición, acufenos, zumbidos, otitis?

El cerumen es la sustancia secretada por las glándulas sebáceas situadas en la parte cartilaginosa del conducto auditivo externo.

El cerumen es una materia natural cerosa que producen dichas glándulas sebáceas del conducto auditivo. Su función es proteger el conducto auditivo y retener las partículas del aire (polvo, etc.) antes de que lleguen al tímpano.

Las glándulas que producen el cerumen están recubiertas de tejidos musculares que se contraen permitiendo la evacuación del cerumen de la glándula hacia el conducto auditivo externo. La secreción puede provocarse así cuando se produce un contacto con la capa epidérmica (cuerpo extraño, presión etc.) pero también en respuesta a un estrés emocional.

Del oído externo al oído interno

El oído posee 2 funciones: el equilibrio y la audición. Esta formado por 3 partes que desempeñan un papel diferente en la audición.

  • El oído externo capta las ondas y es en esta parte precisa que se desarrolla el cerumen.
  • El oído medio transforma las ondas sonoras en ondas mecánicas.
  • El oído interno transforma las ondas mecánicas en estimulaciones eléctricas.
Picture: Acerumen.es
En la imagen podemos distinguir:
1: oído externo
2: oído medio
3: oído interno
El oído externo 
Se compone de un pabellón (parte visible) y del conducto auditivo externo. El conducto auditivo externo se extiende hasta el tímpano. Su diámetro es muy variable de un individuo a otro. Es un conducto curvo, lo que dificulta a veces su exploración. Está enteramente recubierto de piel pero se divide en dos partes.
El tímpano (esquema superior) es una membrana fina, elástica y semitransparente. Es una membrana deformable y frágil. Las ondas sonoras lo hacen vibrar transmitiéndose así hasta los huesecitos del oído medio. El tímpano posee también el papel de impedir la entrada de cuerpos extranjeros.
La parte externa es cartilaginosa y está recubierta de pelos. Es en esta parte que se encuentran las glándulas, en particular, las que producen el cerumen. La parte interna es huesuda y totalmente lisa.
El rol del cerumen
Imagen: Saudecuriosa.com.br
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El cerumen desempeña tres funciones: limpieza, lubricación y protección.

Limpieza: El cerumen tiene la misión de retener las escamas de piel del conducto auditivo externo. Mientras que en el resto del cuerpo las escamas se eliminan de manera natural por el roce con la ropa, el agua, etc., las escamas del oído son retenidas por el cerumen para evacuarlas ulteriormente. El cerumen se mezcla con la queratina, principal componente de las escamas, haciéndose así más complejo y aumentado el número de sus componentes.

Lubricación: El cerumen también actúa como lubricante. Hidrata la fina capa córnea de la zona afectada para evitar las irritaciones.

Protección: Finalmente, el cerumen actúa como  protector frente a los cuerpos extraños.  Retiene el polvo y diversifica así aún más su composición.

Una evacuación natural

En la mayoría de los individuos, el cerumen se evacúa de manera natural hacia el exterior del conducto auditivo.

La masticación permite, entre otros, expulsar el cerumen hacia el exterior, arrastrando así las partículas externas como el polvo.

Cuando la eliminación por masticación funciona bien, solo es necesario limpiar la parte visible del oído. Cuando la evacuación no se realiza correctamente, o se produce un exceso de cerumen que puede cumularse .

Las causas del exceso de cerumen

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Picture: Pixabay.com

El cerumen posee un papel práctico. Si se elimina completamente, pone en peligro el aparato auditivo. Si se encuentra presente en gran cantidad, puede formar un tapón y provocar picores e irritaciones en el conducto auditivo externo.

De un individuo a otro, la cantidad de cerumen puede variar. Las causas son esencialmente genéticas. Aunque ciertas circunstancias pueden provocarlo, como si se está en una zona polvorienta, se produce un exceso de cerumen a fin de eliminar el polvo.

Otro ejemplo, cualquier objeto introducido en el oído suele provocar una secreción, sobre todo, si se queda en este de manera prolongada: auriculares, audífonos etc. Además, una limpieza demasiado frecuente (con bastoncillos o con un spray demasiado potente) podría producir también el efecto contrario y provocar una secreción excesiva de cerumen.

La edad también influye en la formación de tapones ya que está comprobado son más frecuentes en las personas mayores. Esto es debido a la conjunción de un aumento de secreción y de un defecto de evacuación provocado por la edad (el aumento de la pilosidad, y por tanto de los cilios, provoca una disminución de la actividad de evacuación).

¿Qué síntomas se producen cuando tengo un tampón de cerumen?

El médico es el único capaz de determinar si se trata o no de un tapón. Si se trata de un tapón pueden aparecer los síntomas siguientes:

  • Zumbido
  • Acufenos
  • Sordera parcial
  • Vértigo
  • Irritaciones, dolores

No es relativamente fácil determinar si esos síntomas se deben a un tapón, el único que puede confirmarlo y descartar cualquier otro problema es un médico especializado.

Motivos por los que conviene eliminar un tapón

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Imagen: Imageabay.com

Si un tapón de cerumen no se elimina a tiempo, el primer riesgo existente es que pueda crecer y endurecerse. Lo que hará su extracción más difícil y más arriesgada.

También puede producirse una infección entre el tapón y el tímpano, sobre todo,  en caso de infiltración o restos de agua (como consecuencia del baño por ejemplo). Esto puede provocar una otitis externa.

Si el tapón ya está presente los riesgos pueden surgir como consecuencia de unos malos hábitos. El uso de los bastoncillos puede causar una compactación del tapón contra el tímpano y en consecuencia, agravar los síntomas, llegando incluso a perforar el tímpano.

También se ha demostrado que el uso de agua de mar puede provocar una hinchazón del tapón. Por último, un tapón no tratado a tiempo puede provocar una sordera parcial irreversible. Es un fenómeno frecuente observado en las personas mayores.

La extracción: una técnica demostrada

Existen 2 maneras de extraer un tapón: ya sea por extracción manual o mecánica, o por lisis. Sabiendo que a menudo ambas suelen combinarse.

La lisis, o reblandecimiento del tapón, se practica desde hace mucho tiempo. El médico de la Antigüedad Aulo Cornelio Celso ya describía una técnica para este caso en el  siglo I de nuestra era en su obra «De Medicina».  A lo largo de los siglos, numerosos ingredientes se impusieron como el aceite de oliva o de parafina, el agua oxigenada o el bicarbonato de sodio. Estos ingredientes todavía se emplean hoy en día. Más adelante llegó la medicina química, con nuevas sustancias como el docusato sódico.

La extracción manual se practica quizás desde hace más tiempo mediante el curetaje. Consiste en la utilización de una cureta que permite rascar el tapón, principalmente, cuando está demasiado seco.

El método de irrigación vio la luz en el siglo XIX con la aparición de la especialidad de ORL. La inyección de agua caliente permite despegar el tapón pero es más eficaz si este ha sido previamente ablandado con una solución auricular adaptada.
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Fuente: Acerumen.es

Imagen destacada: Pixabay.com

Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach

 

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