Respiración y pensamientos: ¿están relacionados?

¡Por supuesto que si!

Hay muy poco conocimiento de lo tan poderosa que es la respiración en nuestras conciencias y en nuestros cuerpos.

La respiración es el medio más eficaz, más natural y más sencillo para conectar con nuestro punto de equilibrio. Es el eje central que nos conecta con cielo y tierra, asentando nuestras raíces y devolviéndonos a la estabilidad interior.

Muy pocas cosas nos permiten conseguir esta conexión interior con nosotros mismos y de una forma que, en sí, es tan sencilla.

Cuando hablo de respiración no me refiero a la que practicamos de forma automática para sobrevivir. Me refiero a la respiración a la cual prestamos atención, que vamos ralentizando poco a poco y alargando, tanto al inhalar como al exhalar.

Respirar de forma consciente es ya, en sí, una forma de meditar, aunque estemos en movimiento, y de calmar la mente y el torbellino de pensamientos.

Es el eje que nos enraíza porque, cuando estamos a punto de perder el equilibrio, nos ayuda a estabilizarnos otra vez y recuperar esa alineación (sea a través del cuerpo – al tener una postura inestable o frente a un movimiento descontrolado – sea a través de las emociones – cuando vives una situación en la que tus emociones y pensamientos te pueden, por rabia, por tristeza, por pánico etc.).

De hecho, según una investigación médica publicada en la revista Journal Neurophysiology: » la forma en la que respiramos influye directamente en la actividad cerebral, porque la respiración tiene conexiones directas con distintas partes de la corteza cerebral, donde se gesta el pensamiento, la percepción o la imaginación. Es la zona del cerebro que está implicada en los procesos de aprendizaje, la atención y la memoria. «

Hoy en día es bastante notorio que las técnicas de relajación se basan en la respiración y permiten disminuir la intensidad de las repuestas emocionales descontroladas. Pero ahora, gracias a esta investigación, se ha podido demostrar porqué funciona, según remarca Diego Redolar, doctor en Neurociencias y profesor de Neuropsicolgia de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) y codirector del grupo de investigación CNIT (Cognitive Neurolab).

El artículo científico Respirar por encima del tronco cerebral: control volitivo y modulación atencional, recoge las conclusiones de esta investigación.

Por primera vez se ha hecho un análisis interno, demostrando que: «la actividad neuronal, con electrodos, implantados en el cerebro de seis pacientes tratados por epilepsia que no respondían al tratamiento médico, cambia cuando respiramos de una forma u otra.»

El cerebro reacciona de forma distinta cuando, voluntariamente, modificamos nuestra forma de respirar.

La actividad cerebral cambia si respiramos de forma volitiva/automática o bien si lo hacemos de forma profunda y pausada, controlada y conscientemente.  La investigación ha podido demostrar el vinculo entre la respiración y la actividad cerebral, proponiendo los ritmos respiratorios como el elemento organizador de las oscilaciones que producen en la corteza del cerebro humano.

Nos hemos acostumbrad@s a respirar poco y mal y utilizando solo un 30% de nuestra capacidad respiratoria. Además, lo hacemos desde nuestra caja torácica, sin utilizar el abdomen ni el diafragma. Esto reduce considerablemente nuestra capacidad para absorber oxigeno y conseguir energía de el.

Te diría que en muchos momentos del día respiramos tan mal (por estrés, tensiones etc.) que casi estamos en apnea!

Nuestro organismo no puede funcionar sin oxigeno. Nuestros cerebros no pueden sustituir sin oxigeno. Nuestros músculos se paran si no tienen suficiente oxigeno. Nuestra sangre ni circularía en nuestras venas sin la cantidad adecuada de oxigeno.

Respirar es vital y nuestra salud física, mental y emocional depende de ello.

Si quieres aprender a practicar la respiración consciente, pues te invito a leer este articulo  y practicar. Los beneficios que obtendrás de sorprenderán enormemente.

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Imagen destacada: Freepik

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Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach