Desde que era pequeรฑa siempre escuchaba hablar de celulitis. Tanto hablar (y para mal, la verdad) acompaรฑado por un afรกn inquebrantable por encontrar la soluciรณn para hacerla desaparecer. Severas miradas hacia el propio cuerpo en el espejo para identificar la tan terrible piel de naranja; intentos desesperados para ocultarla; renuncia a exponerse para no enseรฑar Sigue leyendo