Coaching, PNL, Inteligencia Emocional

¿Vuelta de las vacaciones? 6 consejos sencillos para no re-caer en la rutina ni deprimirse

Es indudable, la vuelta de las vacaciones, sobre todo si han sido largas, cuesta mucho. Esto generalmente porque hemos planeado y esperado durante todo un año el merecido viaje y para nosotros representa la huida de la rutina o de una realidad que no nos satisface del todo.

Obligaciones, horarios, trabajo, estrés, invierno y frío, responsabilidades, quizás unos kg de más…, hacen que solo con pensar en volver nos deprimimos. Y claro, el día día se ve afectado de un rechazo absoluto de la realidad.

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¿Cómo solucionarlo? Pues es bastante fácil, y a seguir te doy unas opciones…

  • Aterrizar en el aquí y ahora: la mente tiende constantemente a irse al pasado (lo que ya no es) y al futuro (lo que no se sabe si será). Esto hace que vivamos en un continuo estado de incomodidad, inseguridad y de miedo. Y que no podamos encontrar en lo que tenemos los recursos que nos hacen vivir con serenidad el momento presente, nuestra realidad del día día. Para lograrlo recupera la buena onda que lograste durante las vacaciones. Eres tu quien la ha generado, es tuya y, gracias a ella, puedes sacar fuerza y positividad para enfrentarte a tu día día. Estás aquí, ahora, y no en la playa dándote un chapuzón o saboreando una paella en ese chiringuito tan guay, así que desde ‘aquí’, desde tu casa, tu puesto de trabajo, tu coche en pleno trafico, segues viviendo tu vida e intenta hacerlo de la mejor manera posible para tu felicidad.
  • Aptitud más que actitud: siempre se dice que en la vida todo depende de la actitud y que una actitud positiva nos hace llegar donde queramos. Ya que esto no es tan automático ni del todo cierto, hay que ser conscientes de que necesitamos trabajar para mantenerla. Y para hacerlo es importante la aptitud, es decir sacar nuestras capacidades para conseguir un estilo de vida que nos permita sentirnos a gusto, sin añorar las vacaciones ya pasadas o planear las del próximo año, porque esto nos llevaría una vez más a no estar (ni valorar) el presente. Construye una vida de la que no quieras escapar.
  • Pequeños cambios: es crucial generar unos pequeños cambios en nuestro día día. Si durante las vacaciones nos gustaron tanto esas cosas como los desayunos del hotel donde estuvimos, esos paseos al atardecer, las vueltas en bici con nuestros hijos, las risas con los amigos, tener tiempo para leer ese libro tan interesante etc., en lugar de entrar en casa y sumergirnos en los mismos – idénticos – hábitos que teníamos, ¡cambiar algunos de ellos¡ No es necesario hacer lo mismo que hacíamos durante las vacaciones ya que a menudo las condiciones no nos lo permiten. La gran ventaja es que sabemos cómo ciertas cosas nos han hecho sentir así que, dentro de lo que el día día nos permite hacer, podemos variar algunos de nuestros hábitos, sobre todo los que durante las vacaciones nos dimos cuenta que no nos aportan, son antiguos e inútiles.
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  • Nuevos objetivos: determinar nuevos objetivos, personales, familiares, profesionales (inscribirse al gimnasio, compartir una hora más al día con la familia haciendo algo divertido juntos; dar aquella contestación en el trabajo que hasta ahora no nos atrevimos a dar pero que necesitamos soltar, dedicarse tiempo etc.). Que sean por lo menos tres, que sean alcanzables en el breve-medio periodo, que nos lleven a resultados concretos y que sean importantes para nosotros. No hace falta hacer obligatoriamente cosas grandes si no nos sentimos en las condiciones de hacerlo de entrada. Son los pequeños detalles que hacen la vida mucho mejor. Y a medida que vamos logrando resultados, pequeñas cosas nuevas, tendremos más energía y motivación para seguir adelante y deshacernos de lo que no nos gusta, liberaremos más confianza y creatividad, más aún si se tratará de cosas que podemos compartir.
  • Dieta&Ejercicio: muy importante para recuperar cierta estabilidad psico-físico-emocional es una buena alimentación, la cual nos aportará equilibrio, estabilidad y proporcionará al cuerpo todos los nutrientes necesarios para garantizar los procesos orgánicos, y para aprovechar toda nuestra energía y fuerza vital para enfrentarnos a los momentos de estrés y a los cambios de temperaturas. Junto con ella, es fundamental practicar ejercicio, sea el que sea (gimnasio, yoga, meditación, salir a correr, padel, paseos, no usar el ascensor, limpiar la casa etc.), y practicarlo cada día o como mínimo 5 días a la semana, variando el tipo de actividad. Esto ayudará nuestros cuerpo y nuestra mente (entre los múltiples beneficios) a generar endorfinas fundamentales para mantener un estado de salud y anímico favorables, y así reducir cuanto más posible el riesgo de ponernos enfermos durante el invierno (tanto física como mentalmente!).
  • Humor: trata de tomarte las cosas menos en serio, de reírte de ti mism@, hazlo con tu familia, tus amigos, tus compañeros, hazlo solo también! La vida pasa muy rápido y si aprendes a disfrutar más, su paso será mucho más divertido y creativo!

Si consideras que la vida está hecha de momentos los cuales como vienen así se van; que los cambios, en realidad, solo son un moverse de un punto a otro, te será mucho más fácil aceptar todo lo que hay y fluir con ello. Comprométete contigo mism@ por la parte que está en tus manos a crear las condiciones para vivir seren@ y satisfech@.

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Autor: Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach

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