Bienvenido 2025, tengo algo que decirte…

Pues siiii, Bienvenido 2025, tengo algo que decirte…

Este año lo vamos a hacer diferente porque he aprendido un montón de cosas y, después de resistencias, empujones, caídas y recaídas, pues ahora si, ¡es el momento!

Me he cansado de repetir y, como he trabajado muchísimo y sin descanso para dejar de hacerlo, te informo que el cambio ya está en marcha.

Lo primero y más importante que te voy a decir es que ya acepto mi fragilidad y me encanta.

Si, si, me encanta, ¿te lo tengo que repetir? Es que no me vas a convencer de lo contrario, además porque ¡tampoco es para tanto! Tanta preocupación, tanto afán para esconderla y gestionarla desde dentro, a escondida, ¿para qué?

He entendido que cuando actúas y compartes desde el corazón, es cuando atraes lo que quieres, necesitas y deseas. Y esto es justo lo que llega a los demás.

Es la complicada realidad de todo proceso de creación y transformación. Si pierdes el rumbo del corazón, se genera el caos.

Querido 2025, he comprendido que, para ser verdaderamente sincera conmigo misma y con los demás, necesito ser vulnerable, necesito dejar salir esa fragilidad, porque solo así me mantengo enfocada y es así como marco la diferencia. Solo así el corazón funciona como un megáfono que puede dar voz a mi alma.

Al canalizar las emociones de esa manera, tod@s tenemos la capacidad de hacer feliz y triste al mundo. Si, ambas cosas, porque de ambas cosas va la vida. Momentos en que estás arriba y momentos en que te hundes en la más profunda oscuridad. 

¿Qué mundo tan vacío estamos creando con tal de disfrazar cómo estamos, cómo somos, cómo nos sentimos, qué pensamos y qué queremos?

¿Cómo podemos conectar un@s con otr@s si ocultamos nuestras facetas más profundas, más reales?

Si, lo sé, esto significa exponerse muchísimo más. Pero, personalmente prefiero exponerme, ser vulnerable y actuar desde la libertad de ser quien soy y ser, pues, diferente, en lugar que caer en el caos y perder de vista lo que quiero conseguir en mi vida.

No hay que menospreciar la gente que hace cosas diferentes. Nunca. Sean como sean, hagan lo que hagan.

2025, escúchame bien: he decido que no voy a reaccionar en contra de mis miedos. Al contrario, los dejos subir a la superficie y los dejo ir.

Porque todo problema está en la mente y toda solución está en la acción y en la intuición que viene del corazón.

Así que, la próxima vez que surja uno de los miedos de siempre (porque al final, son siempre los mismos, la matriz es siempre la misma), hablaré con el desde el cariño y la determinación, y le diré que no hace falta que se quede, porque ya tengo mi corazón que me guía.

Qué los miedos solo sirvan como alerta frente a riesgos reales, porque los riesgos mentales pues son imaginarios, no existen. 

Todo ese caos, todos esos temores que tenemos en la cabeza todos los días, a todas horas, en el 90% de los casos no se van a manifestar en la vida real. Pero…, si insistimos y nos recreamos en ellos, acabaremos provocando que se manifieste el objeto de esos temores.

Ningun@ de nosotr@s necesitamos montar un drama por cada cosa que ocurre porque no la esperábamos, o porque no la controlamos, o no la queremos. Es un desgaste de energía tremendo.

Al final, no es nada más ni nada menos que oponer resistencia a la vida.

Y no pienso hacerlo. Basta.

2025, espero que no te sepa mal ni me malinterpretes. No es que quiera ser, aquí, la “sabelotodo” que no tiene la humildad de escuchar lo que me quieres decir tu. Pero nadie se va a interponer jamás entre mi corazón y yo. Tenlo bien presente, ¿vale?

Prefiero ser clara desde el principio para que no haya malentendidos sobre la marcha. Qué el tiempo corre y ya no estoy como para demorar ni entorpecer mi proceso de construcción y transformación. 

Pues, así es, dicho está y así va a ser.

¡Bienvenido 2025, encantada de comenzar esta nueva y fantástica aventura!

¡Qué empiece la fiesta!

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Vittoria Verí Doldo ~ Health Coach