Rincón poético

‘La Voz a Ti Debida’: Pedro Salinas, poeta de todos los tiempos

Imagen: Pinterest.com

Pedro Salinas fue un escritor español conocido sobre todo por su arte poética. Nacido en Madrid donde cursó sus estudios hasta la Universidad – primero en derecho y luego en filosofía y letra – con apenas 20 años empezó a escribir sus primers poemas y que el mismo calificó como espeluznantes. Se trasladó a Madrid donde empezó a trabajar como lector en la Sorbona donde conoció su amada esposa. Dos años después regresó a España donde viajó entre sur y norte y fue aquí donde conoció su fuente de inspiración: Katherine, una estudiante estadounidense de la que se enamoró perdidamente.

La relación no pudo ser continua y desató acontecimientos duros como el intento de suicidio de la esposa del poeta, una vez descubrió la infidelidad de su marido. Al llegar la guerra civil, Salinas tuvo que marcharse a Norteamérica, donde su amada había regresado y con la cual mantuvo una relación epistolar intensa. Hubo algunos encuentros pero Katherine mientras había contraído matrimonio y hecho su vida.

Fue ella quien autorizó la publicación póstuma de su Epistolario con Salinas, guardado en la Universidad de Harvard, pero con la condición que fuese después de 20 años de su muerte y omitiendo las cartas que ella envió al poeta.

Hoy compartimos uno de los poemas del autor que, además, es uno de mis preferidos, en el que me reconozco mucho, que me anima y me carga de energía cada vez que lo leo…

 

~

«Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.

De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.

Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.

Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.

Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo. »

 

Imagen destacada: Pixabay.com

Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach

2 Comentarios

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

error: Content is protected !!