«Las plantas tienen nuestros 5 sentidos y 15 más»… Así explica el neurobiólogo Stefano Mancuso
«Las plantas tienen nuestros 5 sentidos y 15 más»… Así explica el neurobiólogo Stefano Mancuso
Las plantas ven luz, perciben los sonidos, huelen aromas, distinguen los colores y las direcciones, responden al tacto, y almacenan y utilizan toda esta información para vivir y para garantizar su sobrevivencia y equilibrar todo nuestro ecosistema.
Desde hace mucho tiempo se habla del hecho que las plantas ‘sienten’ y que se les debería considerar seres vivos. Aunque no tengan ojos, oídos, nariz o, en la mayoría de los casos, boca, igualmente viven en una dimensión multi-sensorial que les permite reaccionar a las distintas temperaturas, a reconocer las escalas cromáticas, a percibir las ondas vibracionales de los sonidos, a reaccionar al contacto.
Daniel Chamotivz, director del Centro Manna para la Biociencia de la Plantas en la Universidad de Tel Aviv, explica que así como los seres humanos tenemos foto-receptores en nuestros ojos, las plantas los tienen en sus hojas y, además, pueden regular su reloj biológico a través de ellas y de la fotosíntesis junto con muchos otros procesos que nosotros no logramos hacer.
«Hay un tipo de fotorreceptor que compartimos. Durante el día, los criptocromos en las células diferencian la luz azul y ultravioleta, usando esta señal para marcar el reloj interno y el ritmo circadiano. En las plantas, este reloj regula muchos procesos, como los movimientos de las hojas y la fotosíntesis».
La sensibilidad al tacto, por ejemplo, es más evidente en el caso de las plantas carnívoras. El contacto induce una corriente que se irradia por las hojas, lo que a su vez activa canales de iones en la membrana de las células haciendo que la trampa se cierre, todo en menos de una décima de segundo. «En el caso de las personas, receptores de tacto en la piel activan una corriente eléctrica que pasa por los nervios hasta llegar al cerebro que instiga una respuesta«.
Si logramos entender la naturaleza de las plantas, seríamos capaz de encontrar un equilibrio completo no solo con todo lo que nos rodea, sino también con nosotros mismos, pudiendo descubrir, entender, aprovechar nuestros propios sentidos acorde a los de la Madre Naturaleza.
En esta entrevista de Ima Sanchís para La Vanguardia, el Dr. Stefano Mancuso (fundador y director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal que se encuentra en su cuidad nadal, Florencia – Italia) nos explica cuáles y cómo son los sentidos de las plantas.
Las neuronas son las únicas células en los animales que producen y transmiten señales eléctricas. En las plantas, la mayor parte de las células de su cuerpo lo hacen, y en la punta de las raíces tienen muchísimas. Podríamos decir que toda la planta es cerebro», señaló Stefano Mancuso.
Las plantas sienten?
Mucho más de lo que sentimos los animales. Y no es mi opinión o percepción, es una evidencia científica. Sabemos que perciben los cambios eléctricos, el campo magnético, el gradiente químico, la presencia de patógenos…
¿Oyen, ven…?
Las plantas tienen nuestros cinco sentidos y quince más. No tienen ojos y oídos como nosotros, pero perciben todas las gradaciones de la luz y las vibraciones sonoras.
¿Y les gusta la música?
Ciertas frecuencias, sobre todo las bajas (entre los 100 Hz y los 500 Hz), favorecen la germinación de las semillas y el crecimiento de las plantas hacia la fuente de ese sonido, que equivale a frecuencias naturales como la del agua que corre, pero hablar o cantar a las plantas es perder el tiempo.
¿Hay sonidos bajo tierra?
Se ha descubierto que las raíces producen sonido y son capaces de percibirlo. Eso sugiere la existencia de una vía de comunicación subterránea.
Tampoco tienen nariz.
Su olfato y gusto son muy sensibles. Perciben las moléculas químicas, es su modo de comunicación, cada olor es un mensaje. Y tienen tacto, basta ver a cámara rápida cómo palpa una planta trepadora.
¿Y dice que se comunican?
Se comunican con otras plantas de la misma especie a través de moléculas químicas volátiles, mandan por ejemplo mensajes de peligro. Si un insecto se le está comiendo las hojas, la planta produce al instante determinadas moléculas que se difunden kilómetros y que avisan de que hay un ataque en curso.
¿Y cómo se defienden?
De muchas maneras. Pueden aumentar sus moléculas venenosas o producir proteínas indigeribles para el insecto. Muchas plantas al ser comidas por un insecto emiten determinadas sustancias para atraer a otros insectos que lo depreden.
Eso es comunicación entre especies.
Las plantas producen muchas moléculas químicas cuyo único objeto es manipular el cerebro de los animales, en ese contexto se inscriben las drogas.
Un ejemplo…
Estudios recientes demuestran que un naranjo o un limonero en flor actúa de diferente manera según la cantidad de polen que lleve el insecto. Si lleva mucho polen, aumenta en el néctar la cantidad de cafeína para activar su cerebro, para que se acuerde de esa planta y vuelva. Si lleva poco polen, corta la cafeína.
¿Inteligencia vegetal?
Si inteligencia es la capacidad para resolver problemas, las plantas son capaces de responder de manera adecuada a estímulos externos e internos, es decir: son conscientes de lo que son y de lo que las rodea.
¡Eso es mucho!
Hemos ignorado cómo funciona el 99,7% de la vida en el planeta y no podemos permitírnoslo porque nuestra dependencia del reino vegetal incluye -además del aire, la comida y los fármacos- la energía (los combustibles fósiles son depósitos orgánicos).
Desconocemos el 90 por ciento de las plantas.
En su evolución las plantas han producido millones de soluciones que son muy distintas de las que han producido los animales. Hasta ahora el hombre ha basado su tecnología en cómo estamos hechos nosotros: un centro de mando y una jerarquía de órganos, y así se organizan nuestras sociedades, gobiernos, máquinas…
Hay otro mundo en el que inspirarnos.
Estudiar las plantas nos dará una cantidad ingente de posibilidades tecnológicas. Por ejemplo, las redes: una red de internet y un conjunto de raíces son muy similares. Pero las plantas son redes vivas, imagine lo que podemos llegar a aprender de ellas.
¿Son altruistas?
Compiten con otras especies y cooperan si son del mismo clan. Pero hay algunos ejemplos extraordinarios en los que podemos hablar de un alto grado de altruismo. Hay una investigación muy hermosa que se hizo hace cuatro años en Canadá.
Cuénteme.
Se aisló a un gran abeto del acceso al agua, y los abetos de alrededor le pasaron sus nutrientes durante años para que no muriera. Las plantas son organismos sociales tan sofisticados y evolucionados como nosotros.
¿Cuidan de su prole?
En las plantas observamos el cuidado parental que observamos en los animales más evolucionados. En un bosque denso, para que un árbol recién nacido adquiera cierta altura para poder hacer la fotosíntesis y ser autosuficiente han de pasar al menos diez o quince años durante los cuales será alimentado y cuidado por su familia.
¿Dónde tienen el cerebro?
Las neuronas son las únicas células en los animales que producen y transmiten señales eléctricas. En las plantas, la mayor parte de las células de su cuerpo lo hacen, y en la punta de las raíces tienen muchísimas. Podríamos decir que toda la planta es cerebro.
Fuentes: LaVanguardia.com; BBC.es
Imagen destacada: 123rf.com
Revisiones y aportaciones: Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach
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