¿Por qué la carne provoca el cáncer? La OMS lanza un alerta: descubre de qué se trata
La Organización Mundial de la Salud ha anunciado que incluirá a las carnes procesadas – como el bacon, las salchichas, el embutido y algunos tipos de hamburguesas – en el Grupo 1 de sustancias cancerígenas.
La noticia ha sido confirmada en un informe publicado en ‘The Lancet Oncology’ que alerta del peligro de abusar de este tipo de carnes.
El organismo encargado de categorizar la peligrosidad de los posibles cancerígenos, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (más conocida como IARC, por sus siglas en inglés), eleva a las carnes procesadas a la misma categoría que el tabaco, el arsénico o el amianto: aquellas sustancias sobre la que existe la suficiente evidencia para afirmar que causan cáncer.
El informe propone, además, que la carne roja pase a formar parte del Grupo 2A, el de aquellas sustancias que son “probablemente cancerígenas para humanos”. Según la agencia, a la carne roja se le ha dado una clasificación más baja porque las pruebas de que cause cáncer son “limitadas”. Los vínculos encontrados por la IARC se centran principalmente en el cáncer de intestino, pero también se han observado asociaciones con el de páncreas y el de próstata.
La OMS propondrá que el consumo de carnes procesadas se limite a 20 gramos al día (el equivalente a una sola loncha de beicon).
¿Por qué la carne provoca cáncer?
La carne roja es una importante fuente de proteínas, vitaminas, hierro y cinc. Pero también de grasa poco saludable. Más peligrosa es la carne procesada, la que se elabora mediante procesos de ahumado, salado o curado. El consumo elevado de beicon, salchichas o embutidos incrementa el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca en un 21% y el de padecer cáncer en un 16%.
Según el American Institute for Cancer Research, hay cuatro causantes principales:
- Los nitratos: las sales del ácido nítrico (HNO3) se utilizan para preservar el color y prevenir el deterioro de las carnes procesadas. Estudios de laboratorio han demostrado que estos compuestos provocan la formación de sustancias carcinógenas.
- El ahumado: las carnes ahumadas contienen hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH, por sus siglas en inglés), sustancias carcinógenas que se forman cuando la carne alcanza altas temperaturas.
- La cocción a altas temperaturas: algunas carnes procesadas (como el bacon o las hamburguesas) suelen cocinarse a altas temperaturas, algo muy habitual en las barbacoas, lo que genera la aparición de los PAH y otras sustancias cancerígenas como las aminas heterocíclicas.
- El hierro hemínico: este mineral propio de la carne roja (responsable de su característico color) puede dañar el revestimiento del colón, lo que facilita la aparición del cáncer.
Un estudio de 2012 elaborado por investigadores de la Harvard Medical School, el mayor realizado hasta la fecha sobre el asunto, concluyó que comer cordero, ternera o cerdo por encima de la cantidad diaria recomendada (en este estudio 70 gramos) eleva el riesgo de morir por una cardiopatía un 18% y el de sufrir cáncer en un 10%. El vinculo entre el consumo de algunos tipos de carne y, en concreto, el cáncer colorrectal, lleva tiempo estudiándose. En la última edición del Código Europeo contra el Cáncer, elaborado por la IARC en colaboración con la Comisión Europea, ya se invitaba a limitar el consumo de carne roja y evitar la carne procesada. Aunque está por ver cómo el nuevo informe de la IARC afectará a las recomendaciones nutricionales de la OMS y otras instituciones, según la fuente citada por ‘The Daily Mail’ el consumo de carnes procesadas se limitará a 20 gramos al día: una sola loncha de beicon. Actualmente la mayoría de organismos recomiendan un consumo diario de 70 gramos, más del triple.
El informe asegura que el consumo de 50 gramos al día de este tipo de carnes (el equivalente a una salchicha o dos lonchas de beicon) incrementa en un 18% las posibilidades de sufrir un cáncer. “Para una persona, el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal debido a su consumo de carne procesada sigue siendo pequeña, pero el riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”, ha señalado el doctor Kurt Straif, director del programa de monográficos del IARC.
Fuente: ElConfidencial.com
Imágenes: Pixabay.com
Revisiones: Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach
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