Los votos kármicos: ¿qué son y cómo liberarse de ellos?
Los votos kármicos son los decretos de obediencia que hemos hecho en vidas pasadas.
Usualmente esto pudo ocurrir al entrar a formar parte de órdenes religiosas o iniciáticas o cuando, debido a experiencias traumáticas que vivimos, nos juramos “Nunca volveré a…” o “De ahora en adelante y por toda la eternidad…” y dictámenes parecidos.
¿Por qué conviene revocarlos?
Porque se dice que algunos de ellos siguen actuando hasta el tiempo presente y obstaculizan la vida actual o impiden gozar de aquello a lo que prometimos renunciar.
¿Cómo revocar votos o contratos kármicos?
- Copia o imprime el texto de la “Revocación de votos contraídos en vidas pasadas”, que aparece unas líneas más abajo en esta misma página.
- Realiza o una meditación o un ritual (si sueles practicarlos) o simplemente siéntate y céntrate en ti.
- Solicita la ayuda de tu interior, de tu alma o de tu Ser Superior, de Dios, o de quien sientas que está allí para ayudarte o desearías que lo hiciese (tus guías y maestros y todas aquellas almas de todos los involucrados en los contratos que has establecido en vidas pasadas).
Hazlo en la manera que a ti te resuene y que para ti tenga sentido.
Después lee en voz alta el texto de revocación durante 21 días. Puedes incrementar este tiempo cuantas veces quieras si así lo sientes, hasta que notes en tu alma que en verdad ya te has liberado.
Entonces fírmalo y después quema el papel y olvídate del asunto.
En caso de que sientas que los bloqueos persistan puedes volver a realizar la revocación hasta en tres ocasiones.
Carta para la revocación de votos contraídos en vidas pasadas
Pido perdón a Dios, a mi conciencia y a quien corresponda por las veces que maté o sacrifiqué a seres animales o humanos con o sin su permiso en nombre de Dios o en contra de Dios.
Pido perdón a Dios, a mi conciencia y a quien corresponda por todos los actos en contra de la vida que he realizado en ésta y en otras vidas o momentos de mi existencia, contra mí o contra cualquier ser vivo.
Yo me libero de todos los votos contraídos en ésta y en otras vidas o momentos de mi existencia.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la pobreza.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la castidad.
Renuncio y me libero de todos los votos relacionados con la flagelación y el auto-castigo.
Renuncio y me libero de todos los votos de limitaciones relacionados con la alimentación.
Renuncio y me libero de todos los votos de morir en nombre de Dios.
Renuncio y me libero de todos los votos de matar en nombre de Dios.
El día de hoy me perdono a mí mismo y decreto que de aquí en adelante:
Me permito experimentar prosperidad y abundancia en todos los aspectos de mi vida.
Me permito recibir dinero por cualquier actividad que desempeñe como medio de subsistencia.
Me permito experimentar deleite con los alimentos en la forma y cantidad que desee ingerirlos.
Me permito gozar de una sexualidad sana y plena.
Me permito tener y disfrutar todo lo que desee en conformidad con mi Plan Divino.
Por el poder de Dios que hay en mí, así es, así es, así es.
Lugar:
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Fecha:
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Firma:
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Fuentes: guisana.com; soyespiritual.com
Imágenes: desmotivaciones.es; pixabay.com; pexels.com
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Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach
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