¿Por qué se arrugan los dedos en el agua?
Durante mucho tiempo se había considerado el ósmosis como el proceso pasivo debido al cual la piel de los dedos se arruga cuando está demasiado tiempo en el agua; es básicamente el resultado del paso del agua a la capa exterior de la piel de los dedos. En realidad la razón es otra y así lo explica un grupo de investigadores de la Universidad de Newcastle en Reino Unido.
Al parecer el motivo se debe a algo más ancestral y que viene de nuestro pasado muy lejano cuando el hombre necesitaba luchar y defenderse para sobrevivir. Nuestro cuerpo guarda estas experiencias vividas, instintivas, y al presentarse situaciones parecidas, actúa implementando la misma reacción y el mismo método de defensa.
Los investigadores explican como no se trata de un proceso pasivo sino más bien activo.
El sistema nervioso simpático contrae los vasos sanguíneos cuando los dedos entran en contacto con el agua. Este proceso permite tener más agarre en los dedos y, según afirma Tom Smulders, biólogo y científico belga responsable del equipo de investigación, “el arrugamiento de los dedos en condiciones húmedas podría haber ayudado a nuestros ancestros a conseguir comida de vegetaciones húmedas y a correr mejor bajo la lluvia”. Las arrugas de hecho podrían funcionar de la misma manera que un neumático en el asfalto.
“Si se da en primates, creo que la función original podía ser de locomoción entre vegetación húmeda o árboles. Si es exclusivo de humanos, podría tener funciones más específicas, tales como búsqueda de comida alrededor de orillas de ríos y playas”, concluye el investigador.
Hace apenas dos años, Mark Changizi, director de Cognición Humana en los laboratorios 2AI, y sus colaboradores apreciaron que la estructura de los dedos arrugados se asemejaba a estructuras naturales de drenaje (tales como canales en las laderas de las montañas). Asimismo, advirtieron que, junto a los humanos, también los macacos japoneses presentaban, tras largos baños en las aguas termales, dedos arrugados, al parecer una adaptación de los monos a su hábitat húmedo, sugirieron, ya que dicha característica podía facilitarles un mejor agarre de los objetos bajo el agua.
Los investigadores cuentan con seguir con el estudio para determinar si este fenómeno se produce en humanos y en otros primates. Así determinar a partir de cuando empezó dicho proceso evolutivo.
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Fuente: Spektrum.de / Universidad de Newcastle; www.investigacionyciencia.es
Imagen: Flickr.com – Gonzalo Iza
Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach
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