¿Por qué cuando estas triste sientes necesidad de comida basura?

Según lo psicólogo Charles Spence, cuando vivimos momentos difíciles a nivel psico-emocional, de una forma consciente y/o inconsciente, sentimos la necesidad de comer comida basura para calmar la ansiedad que la situación nos está causando.

Puede tratarse de una situación que está ocurriendo o de algo ya pasado que se presenta en nuestra mente y en nuestros recuerdos. En estos casos, utilizamos la comida como elemento reconfortante.

¿Cómo puede la comida tener este efecto?

Pues somos nosotros que, por una parte, la asociamos con recuerdos positivos o celebraciones que tuvieron lugar en algún momento de nuestras vidas, en las que nos sentimos felices, segur@s, aceptad@s y amad@s.

Por otra parte, suele tratarse de comida o fácil de preparar o, más aún, fácil de encontrar…

En general se trata de comida cargada sobre todo de azúcar, un impulsor (engañoso…) de nuestro estado de animo y de nuestra energía.

De hecho, es justo nuestro cerebro el núcleo del deseo de esta clase de comida, a menudo muy calórica y ‘sabrosa’.

Según cuanto publicado en la revista Physiology & Behavior, el cerebro posee una especie de puntos calientes hedónicos, los cuales amplifican la sensación de recompensa o placer de esta clase de alimentos: dulces, grasientos y salados.

Esto provoca que, entre las diferentes reacciones bioquímicas, aumenten los niveles de dopamina.

La dopamina es un neurotransmisor, una molécula sintetizada en las neuronas que pertenece al importante grupo llamado catecolaminas. La dopamina actúa cuando sentimos placer y es el motor que nos hace pues buscar recompensas.

Por lo tanto, nuestro cerebro nos pedirá más y más cantidades de comida dulce, salda y grasienta, debido a los efectos compensatorios que creemos que tiene.

El cerebro quiere producir más dopamina para sentir placer y  cuando nos encontremos en las mismas circunstancias difíciles o aún cuando sean distintas pero mueven las mismas clase de emociones tristes, nos pedirá recurrir a esa clase de alimentos.

Además, estos alimentos hiper sabrosos, normalmente cargados de aditivos y conservantes, estimulan la liberación de leptina (hormona reguladora del hambre), de insulina (hormona liberada en presencia de glucosa en la sangre), y de cortisol (hormona relacionada con el estrés), lo cual incrementa ese impulso casi irrefrenable de comer un sabor concreto o bien un alimento específico.

Esta elección tan precisa y tan recurrente se debe, como dicho, a que el cerebro la asocia a una fuente inmediata de bienestar.

Una ensalada no nos provoca las mismas reacciones (psico-emocionales y bioquímicas) que un pastel o una pizza!

Durante la pandemia del Covid19 dos tercios de los adultos estadounidenses comieron, de manera consciente o inconsciente, alimentos que solían consumir en su infancia.

Esta elección se relacionaba con el efecto compensatorio que los recuerdos asociados provocaban y que, en teoría, les permitían enfrentarse al difícil momento que se estaba viviendo a nivel mundial. Y según este estudio, menos de la mitad de los encuestados solía recurrir a los alimentos compensatorio en su día día para sentirse mejor.

Es indudable que cualquier tipo de alimento genera en nuestro organismo reacciones bioquímicas concretas y activa una serie de procesos específicos. Sin embargo, nuestra mente ejerce una función que puede llegar a ser hasta predominante sobre los efectos que los alimentos que elegimos provocan en nuestro estado de animo.

Estos efectos pueden producirse perfectamente en ausencia de ingestión de esta clase de comida.

Los podemos provocar, o mejor dicho, generar nosotros mismos trabajando en nuestros pensamientos y entrenando nuestra mente.

Cambiar las asociaciones entre ‘buenos momentos/recuerdos’ y determinados tipos de comida y dejar de dar a la comida un efecto de recompensa, son los primeros pasos hacia la resolución de la dependencia emocional hacia los alimentos.

Seguiremos hablando de estos temas y, si mientras tanto quieres saber más sobre alimentación emocional te invito a leer este articulo que, quizás, te interese.

Si necesitas ayuda para lograr liberarte de la dependencia emocional de la comida, contáctame. Estaré encantada de evaluar contigo sí y cómo puedo ayudarte.

~

Vittoria Veri Doldo ~ Health Coach